ESPERAR EL TURNO EN UNA COLA
Estimada María Luisa:
Lamento y entiendo su disgusto. En muchas ocasiones abusamos de las personas con las que nos encontramos o acompañamos para “saltarnos” la cola que nos corresponde hacer. Le comentaré la experiencia que viví en un cajero automático hace unos días.
Había quedado con mi madre a las puertas del banco en el que realiza sus operaciones, cuando llegué estaba en el cajero automático solicitando un extracto, una vez recibido y repasado de forma rápida, mi progenitora decidió realizar un par de operaciones más por lo su estancia se alargó unos cuantos minutos.
Cuando yo llegué, un hombre estaba haciendo cola y en ningún momento hizo movimiento alguno que demostrara impaciencia pero los diez minutillos de cola, o alguno más, no se los quitó nadie. Cuando por fin mi madre dio por finalizadas todas las tareas ante la citada máquina, me aparté con ella y cuando el hombre ya estaba introduciendo su tarjeta en la ranura correspondiente, me puse a la cola. No se me ocurrió a última hora retirar dinero, era mi intención desde un primer momento pero al comprobar que una persona ya estaba esperando cuando yo llegué a las puertas de la entidad, me pareció un proceder correcto esperar mi turno