Discurso versus titular
Leo en el artículo “El arte de crear un buen titular para cautivar a la audiencia”consejos para lograr este objetivo que chocan frontalmente con las recomendaciones ofrecidas para elaborar un discurso.
Un análisis de 100 blogs, realizado por Startup Moon, sobre las características atribuidas a los titulares más importantes, declara como estrategias útiles introducir vocabulario gore; protagonizar la cabecera un eslogan negativo, que genere ansiedad o temor; mostrar estadísticas o titulares, para llamar la atención del lector; recurrir al aprendizaje como atractivo; emplear términos de actualidad; o, magnificar la información ofrecida.
Las reglas de oro de la oratoria moderna defienden un lenguaje sencillo, preciso, directo, afirmativo, asequible y sincero; emplear frases breves y afirmativas, nuestro cerebro proceso mejor los mensajes positivos que los negativos; un título sugerente, atractivo, orientador y efectivo; parquedad en el ofrecimiento de cifras y estadísticas, salvo que el tema y la audiencia las justifiquen; concentrarse en dar, en ofrecer un servicio a nuestros oyentes; y, jamás mentir.
El objetivo de un titular es atraer a la audiencia. Los propósitos de un discurso son conectar con el público, mantener la atención y provocar el recuerdo… Como mantenía Cicerón: “El buen orador instruye, deleita y conmueve”.