GALICIA A DISPOSICIÓN DE GALICIA
Hoy, escribo desde el dolor provocado por la tragedia ferroviaria que ha sobrecogido el corazón de los miembros de nuestra comunidad, de nuestro país y el de muchas naciones vecinas y amigas. Agradecemos de corazón todas las manifestaciones de dolor y cariño que hemos recibido desde que se tuvo conocimiento del accidente y de la escalofriante cifra de muertos y heridos que arrojaba.
Hoy, no es momento para hablar de la escasa cobertura mediática que nos dedicaron las principales cadenas de televisión nacionales ni de determinados mensajes ofensivos, aludiendo a la escasa importancia de las víctimas dado su origen geográfico…
Hoy, hablo desde el orgullo de mi condición de gallega. Vecinos de la zona del accidente colaborando en el auxilio a los heridos, retirando cuerpos, ofreciendo mantas, alimentos o bebidas, llevando a los primeros accidentados en sus vehículos hasta los hospitales más próximos, empujando con sus brazos coches que impedían la entrada a camiones de bomberos y ambulancias y poniendo sus casas a disposición de los lesionados.
Una hora después de conocerse la necesidad de donaciones de sangre se colapsaron los centros en los que se podían realizar las transfusiones. La respuesta ciudadana ha sido tan elevada que se ha pedido que se continúen efectuando estas donaciones, en los próximos días, en los puntos habituales.
Pacientes ingresados en hospitales solicitando altas voluntarias para dejar camas libres. Personal sanitario, de seguridad y protección civil disfrutando de sus vacaciones estivales, o en paro, personándose en sus puestos de trabajo y lugares clave donde pudieran ser útiles. Cientos de ciudadanos ofreciendo su colaboración allá donde se demandara. Plantillas de bomberos de toda una provincia desconvocando su protesta, por un conflicto laboral, y poniéndose a disposición de los equipos de emergencia. Hosteleros ofreciendo habitaciones gratuitas a los familiares de los heridos. Taxistas realizando carreras de balde.
Trabajo sin descanso de cientos de improvisados voluntarios atendiendo y consolando a las familias, una valiosa ayuda que perdurará en los corazones de los viajeros del siniestrado tren y en los nuestros. Turistas, peregrinos y visitantes interesándose por la manera de echar una mano o las dos…
Decenas de amigos enviando mensajes, correos electrónicos, whatsapps o realizando llamadas, desde todas partes del mundo, preocupándose por su querida gente gallega.
Lágrimas de dolor y cariño llueven del cielo intentando aplacar la pena de un pueblo humilde, noble, generoso, prudente, comprometido, solidario y ejemplar. Una tierra de una grandeza extraordinaria: Galicia.
Nuestro presidente Feijoo acaba de realizar una declaración institucional, en la que ha anunciado siete días de luto oficial, manifestando el sentir y agradecimiento de los gallegos. Un riguroso y emotivo discurso, una intervención impecable, narrada desde el corazón, con la prudencia y la humildad que caracteriza a mis paisanos.
“Me siento orgulloso, no solo como presidente sino también como gallego, del ejemplo de preparación, profesionalidad, implicación y eficacia que no olvidaremos nunca del personal sanitario del Servicio Galego de Saúde, de la excepcional respuesta de los efectivos de emergencia de la comunidad autónoma, de protección civil, de bomberos e integrantes del 112 y de los miembros y las fuerzas de seguridad del Estado, de la policía local, la policía autonómica, la policía nacional y la guardia civil. A todos ellos, debemos vida… Las tragedias imprimen carácter a los pueblos y ponen a prueba la valía de sus gentes… Las desgracias examinan la condición humana de las personas que las padecen. El 24 de julio… es el día que Galicia se puso a disposición de Galicia… No hay manera más trágica de mostrar la grandeza de un pueblo y Galicia la tiene en todas las circunstancias. Hoy, día de Galicia, que siempre celebramos, sufrimos unidos. DEP”.
Hoy, estoy triste pero, más que nunca, me siento orgullosa de mi gente.
Ayer, hoy y siempre… ¡GALICIA A DISPOSICIÓN DE GALICIA!