Eres oyente o escuchante*
¡No te oigo!… Con demasiada frecuencia escucho esta expresión cuando lo que realmente queremos decir es que no hemos captado el mensaje que nos han transmitido, su contenido, el propósito que encierra.
Oír es un proceso físico que implica observar a la persona que está hablando. Quiera o no quiera, me interese o no me interese, identifico ruidos y sonidos, percibo vibraciones, distingo voces y palabras, pero no entiendo lo que significan, no las interpreto. Únicamente empleo el sentido del oído en este proceso. Oír es pasivo.
Escuchar es voluntario, una evolución bilateral que se realiza con el hablante al pensar con él: observando su tono de voz, el volumen aplicado, su estado anímico; comprendiendo las palabras, no permitiendo que las distracciones nos venzan; percibiendo cualquier señal, verbal y no verbal, que ayude a entender el mensaje. Varios sentidos y funciones cognitivas participan en este proceso: poner atención, recordar, pensar y razonar. Escuchar es activo: se capta, atiende e interpreta el mensaje.
Dos características, íntimamente relacionadas (la primera lleva a la segunda), identifican claramente a la escucha: la intencionalidad y la finalidad.
Y tú… ¿Eres oyente o escuchante?
*Escuchante una palabra bien formada en español, aunque no sea de uso habitual. Esta palabra estuvo recogida en el Diccionario académico desde su primera edición hasta 1984, cuando la suprimió por el poco uso que tenía entonces. La definición que daba en 1732 es «part. act. del verbo escuchar. El que escucha. http://www.fundeu.es/consulta/escuchante-763/