¿Por qué no te mueres…?
Leo, incrédula, que el titular de un artículo escrito por un ¿reputado? escritor lleva por título: ¿Por qué no te mueres, Mr. X? Aclararé que Mr. X es aportación mía ya que me niego a citar el nombre del destinatario de tan cruel mensaje. Está bien… puedo apuntar que se refiere a un político del gobierno actual.
Me resulta indiferente que críticos, o personajes cercanos a Mr. X, lo califiquen de ambicioso, populista, déspota, farsante, vanidoso, autoritario, pomposo, odioso y demás lindezas. Valores, o mejor dicho, ausencia de los mismos, que desapruebo totalmente. Es del todo inaceptable que medidas intolerantes o sádicas generen respuestas de la misma magnitud.
¿De verdad se puede hablar de “hipócrita retórica” para referirse a una falsa imagen progresista que ciertos políticos quieren ofrecer para justificar un lenguaje, expresiones y deseos tan abyectos y perniciosos?
No discuto ni justifico las razones que han llevado a este ¿noble? crítico literario a dedicar tan malignos deseos al causante de decisiones que afectarán, funestamente, a una parte muy importante de la población. Es más, no estoy en absoluto de acuerdo con las mismas, pero de ahí a desear el enterramiento de su persona me parece desacertado, absurdo y cruel.
Por si mi tristeza, asombro o incredulidad no fueran suficientes con la lectura de sus incisivas letras, sus seguidores en una conocida red social aplauden sus anhelos cual serviles corderitos…
Desear la muerte al prójimo, por mucha maldad que encierren sus acciones, no forma parte de mis deseos, pensamientos o aspiraciones. Tenemos a nuestra disposición otras herramientas, legales, éticas y moralmente aceptadas, para hacernos escuchar y expresar nuestro sentir.
¡Qué pasen un buen día!