Personas emocionalmente inteligentes
Mucho se habla de los incontables beneficios de la inteligencia emocional y la necesidad de su puesta en práctica. Palabras hermosas que anticipan maravillosos frutos.
Conocer las rutinas que debemos incorporar a nuestra rutina diaria para mostrar y demostrar una elevada inteligencia emocional permitirá reconocer la oportunidad o inoportunidad de un comentario, una propuesta o idea, evitará discusiones y la descarga de la ira sobre hombros inocentes y facilitará, entre muchas otras virtudes, la adecuada gestión de las emociones que conlleva a la consecución del éxito personal, social y profesional.
Los pensamientos tienen un poderoso efecto de atracción sobre aquello que deseamos. Pensar en positivo cuidando el vocabulario expresado, evitando palabras negativas, ayudará a alcanzar aquello en lo que creemos.
Tener siempre presente la “oportunidad de las acciones”, el mejor momento para realizar un comentario necesario y realista pero mal recibido, realizar una propuesta arriesgada pero innovadora, debatir un tema delicado y trascendente, etc.
Aprender de las experiencias propias y ajenas y mantener la mente y el corazón abiertos a lo que la vida nos ofrece a través de múltiples y variadas situaciones favorecerán el fortalecimiento emocional de cada uno de nosotros.
Conocerse y reconocerse anímicamente así como proveerse de los recursos necesarios para el retorno a un estado positivo; valorar las acciones de los demás, no las palabras que escuchamos; encontrar el lado positivo de los momentos malos y aprender de las experiencias vividas; establecer límites practicando la firmeza cortés; rodearse de personas optimistas y de la influencia buena que ejercen y vivir el “ahora” construyendo paso a paso el futuro nos convierte en personas emocionalmente inteligentes.
Feliz camino!! :-))