Orientación sexual de la cortesía
Leo, entre la indignación y el asombro, un artículo que facilita consejos sobre Cómo comportarnos con una persona gay…
Gracias al texto conocemos que no debemos hacer preguntas sobre la presunta homosexualidad de la persona que nos ha sido presentada. Al parecer, aceptarlo es un duro trance…
También nos aclara el escrito que jamás debemos soltar un inoportuno “no se te nota” cuando escuchemos su confesión acerca de su orientación sexual, ni citar su tendencia a la hora de realizar una presentación. De qué «mal trago» nos ha librado, menos mal que nos han avisado…
Otros “sabios” consejos nos recomiendan preguntar detalles de la vida íntima únicamente en caso de mucha confianza con la persona así como no divulgar, sin su consentimiento, sus preferencias en el terreno sentimental. Viva la cordura!…
Debemos leer esta sarta de chorradas para saber cómo manejarnos con soltura con una persona que ha decidido compartir su vida con otra del mismo sexo?
Es necesario conocer con quién comparte lecho nuestro interlocutor para mantener una conversación agradable, amena y sana?
Una de las personas que ocupa mi corazón desde hace años, que es merecedora de todo mi cariño y mi absoluta confianza es gay. Jamás en la vida ha interferido su condición sexual en nuestra amistad, en nuestro profundo aprecio ni en las largas horas de conversación que mantenemos sobre temas de la más variada índole.
Editores de la revista que ha permitido la publicación de semejante bodrio, y autor (anónimo) del mismo, permítanme recordarles que el respeto, la tolerancia, la discreción, la amabilidad, la prudencia y el sentido del humor son universales. No discriman en función de ideologías, orientaciones, creencias, tendencias, condiciones, etc.
Va por ti, querido amigo!!