Orador desganado, discurso insulso
“Los que me conocéis sabéis que no me gusta nada estar aquí pero me lo han pedido y, en fin, aquí estoy”.
Fue la nefasta presentación de un orador en un acto de graduación al que asistí recientemente.
Por el discurso deduje que, el convencido pero disgustado personaje, era profesor en algunas de las especialidades que cerraban un ciclo, pero desconozco su nombre o especialidad.
Fuente: visto por la Red
Su desinterés por participar en el acto, su miedo a hablar en público o sus ganas de pasar desapercibido no era asunto de interés para los presentes, y menos de los familiares de los estudiantes, totalmente desconocedores del aspecto físico, nombre o actividades concretas que domina el profesorado del centro.
Pese a su desafortunado comienzo, se defendió bastante bien –mejor de lo que él mismo preveía- a lo largo de los minutos que habló.
Citó un par de anécdotas de “sus chicos” y les deseó lo mejor, tanto a nivel personal como profesional.
Lo que mal empieza, aunque se enderece por el camino, tiene muchas opciones de acabar igual que empezó, y así ocurrió.
La frase que anunciaba el cierre fue:
“Os prometí al principio ser breve así que voy a ir terminando”.
¿De verdad hay que anunciar el final de esta manera?
¿Buscaba recuperar el interés perdido a lo largo de su exposición?
…
Por cierto, ¡gracias por tu tiempo profesor!