Bendito madrugón
Numerosos estudios revelan que, con independencia del ritmo de sueño de cada sujeto, las personas que madrugan son muy proactivas y responsables, tienen gran capacidad para lograr que las cosas ocurran, mayor tendencia a anticiparse a los problemas (y minimizarlos) y mejorar su productividad laboral.
Levantarse temprano te permite organizarte mejor, realizar una actividad física (con sus innumerables ventajas), potencia un carácter optimista, eleva la tolerancia ante lo que ocurre a tu alrededor e incrementa la confianza en ti mismo. Además que, disponer de más horas, merced al madrugón, reduce el nivel de estrés que sufrimos por la falta de tiempo.
Por si esto no fuera suficiente, puedes realizar un rico y nutritivo desayuno y elevar tu índice de masa corporal (desayunar temprano activa el metabolismo, ideal para el mantenimiento o descenso de peso), mejorar tu humor y disfrutar de otras experiencias tan dispares como atractivas como ver un maravilloso amanecer (que reconforta y activa energías) y evitar las congestiones de tráfico (lo que beneficiará a tu movilidad y humor).
En definitiva, “…quienes madrugan están impregnados de emociones positivas, sus personalidades son más estables y gozan de buena salud. En cambio, los noctámbulos tienden a la depresión, llevan una vida más disoluta, es más fácil que abusen del alcohol y otras sustancias adictivas y, en consecuencia, su salud se resiente…”.*
“A quién madruga… » 😉
*http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20121109/54354963805/a-quien-madruga-la-biologia-le-ayuda.html