REUNIONES FAMILIARES, DETALLES A TENER EN CUENTA
Todas las semanas participo, como experta en Protocolo social, en el consultorio sobre esta materia que ofrece el programa matinal “Bos días” de la Televisiónde Galicia. Se trata de una apuesta novedosa que está teniendo muy buena acogida por parte de esta revista de actualidad que incluye información en directo, análisis de la actualidad, debates, informativos locales y autonómicos y espacio gastronómico, entre otras secciones. Un programa caracterizado por su originalidad, distinción y frescura que aplica las nuevas tecnologías al campo de la información.
En esta ocasión se trataba el tema de las relaciones familiares bajo el título: “Protocolo social: cómo quedar estupendamente si eres invitado a una comida”. Tremendo marrón, afirmó uno de los dos presentadores en un momento de su intervención. Cierto es que en muchas ocasiones nos vemos en el compromiso o la obligación de asistir a ciertos actos familiares a los cuales no nos apetece acudir. Aunque hemos de reconocer que nuestros prejuicios, a priori, son sobredimensionados respecto a la valoración que hacemos del evento a posteriori. Lo que debería llevarnos a una reflexión en el que la conclusión fuera: no adelantemos acontecimientos, es posible que pasemos un rato muy agradable.
¿Debo ir? Es una pregunta que el Protocolo social no puede responder, entre otras cuestiones, por ser demasiado genérica y por corresponderle a cada uno tomar la decisión adecuada. ¿Qué tipo de relación se mantiene con los anfitriones?, ¿Qué motiva la celebración del evento?, ¿Qué personas asistirán?, ¿Qué papel ocupo en ese acontecimiento?, Si yo organizara esa fiesta, ¿me gustaría que, los hoy convidantes, estuvieran presentes?… La respuesta a esta y otras cuestiones facilitará la decisión a tomar.
Se emitieron varias entrevistas a gente de la calle a la que se les preguntaba que factores contemplaban a la hora de organizar una comida a la que iban a asistir familiares o amigos íntimos y si tenían en cuenta el protocolo en la planificación del evento.
La mayor parte de los entrevistados, a excepción de uno, afirmaron no aplicar el protocolo en la organización del convite (de protocolos, nada)pero reconocieron preocuparse porque su casa presentase un aspecto limpio y cuidado, llegando a decorar con flores el espacio objeto de la reunión; ofrecer unos aperitivos antes del ágape, para iniciar la charla; seleccionar cuidadosamente los platos a degustar procurando que fueran del gusto de todos los invitados; ofrecer un buen vino de la tierra, que ofrece una gran variedad de selectos caldos; proporcionar buena conversación y procurar que todos disfrutasen de la velada.
Todos estos detalles, cuestiones, matices, apreciaciones… que las personas encuestadas manifestaron tener en cuenta a la hora de organizar el encuentro… ¿no es Protocolo social? Afortunadamente, los presentadores del espacio, con tan solo tres programas emitidos, contestaron afirmativamente a mi pregunta instantes antes de que yo la plantease. En tan poco tiempo han sido capaces de conocer y comprender el alcance, contenido y necesidad de la especialidad que practico.