MACHITOS A 300 EUROS*
Finalizar una relación de pareja “por la fuerza”, “lanzarse” a besar chicas por la calle o considerar las críticas como “feminazis que no tienen nada mejor que hacer” son algunas de las lindezas que se pueden leer en un articulillo que circula por la Red.
El protagonista, al igual que algún otro que anda por ahí, se vende como “uno de los mayores expertos en seducción de España” (sin comentarios) con eslóganes tan desafortunados como provocadores del tipo: “Siéntete con derecho para hacer lo que quieres. Pedir permiso es síntoma de inseguridad” y “Nunca preguntes si puedes hacer algo, hazlo sin más”.
Teorías sobre la seducción, el ejercicio de un control dominante en la pareja, el trato que se les debe dar a las mujeres o la ruptura de vínculos amorosos forman parte de las materias que ofrece este hombre “cultivado” en el arte de la seducción, la galantería y la ¿caballerosidad?…
El público que asiste a sus talleres (según afirma 300, a 300 euros) lo integran jovencitos sin experiencia amorosa o maduritos con escasos argumentos o dotes para encauzar su vida sentimental. La facilidad para socializar, con independencia del género con el que se relacionen, no es su fuerte.
En una época en la que psicólogos, pedagogos y un sinfín de reputados especialistas nos recuerdan la importancia de decir “NO”, para adquirir seguridad en uno mismo, llevar el control de nuestra vida y no ceder ante manipulaciones y chantajes emocionales, este caradura enseña a “negarse a aceptar un ‘no’ por respuesta”.
Afirma el innombrable que las mujeres somos emocionales, al parecer desconoce nuestra parte racional, la que me lleva a escribir este texto completamente convencida de las letras e intenciones que contiene y con un enorme esfuerzo, racional, para no dejarme llevar por los calificativos (todos ganados a pulso) que mi corazón le dedica.
Nada apreciado pseudomacho sinvergüenza experto en lo quimérico, me ofrezco voluntaria para ofrecerte un taller, curso, seminario, charla, conferencia o lo que precises, para que conozcas, en primer lugar, un término tan magnifico y singular, como desconocido para tu ego, el concepto de elegancia, y sus aplicaciones en el discurso, en la expresión gestual y en el trato. Continuar formándote en las bondades de la práctica de la amabilidad, sinónimo de una actitud indulgente, respetuosa y tolerante. Para finalizar introduciéndote en el arte de las habilidades y las relaciones sociales… de calidad.
Te recomiendo que apliques a este conocimiento, que te proporciono altruistamente, una preciada y valiosa máxima: “conócelo, aplícalo y disfruta de tu influencia…”.
* Por razones obvias, no ofrezco datos sobre el engolado protagonista ni sobre el medio que osó publicar semejante bodrio