Cómo ser una persona resiliente
La increíble capacidad del cerebro humano de adaptarse a las situaciones, de reponerse de dolorosas o estresantes experiencias, de no perder la fe en el futuro y alcanzar la excelencia personal y profesional es lo que se conoce como resiliencia.
Actitud vital positiva, salvavidas psicológico, dinámica optimista, competencia vital, atributo natural de superación o mezcla de resistencia y flexibilidad son las distintas denominaciones que ha recibido este concepto que marca la diferencia entre triunfar o caer.
La resiliencia se desarrolla de forma innata o adquirida. Fomentar las relaciones afectivas con personas comprensivas y cariñosas, practicar la introspección (conocerse y reconocerse), fortalecer la autoestima (sostenida en el tiempo), alimentar el sentido del humor, comprometerse con causas nobles, transformar las limitaciones en retos, gestionar el equilibrio emocional y una integridad a toda prueba, potencian la resiliencia.
Vivir experiencias positivas, cultivar las aficiones, dedicar tiempo a las personas queridas, practicar la escucha activa y la comunicación asertiva, perseverar en los propósitos, alejar quejas y críticas del entorno, mantener el control sobre nuestra vida, alimentarnos de forma sana, cultivar la forma física y sonreír “sin descanso” contribuyen a incrementar esa maravillosa capacidad humana que nos permite avanzar en el camino elegido y alcanzar nuestros sueños.
Tu vida y tu futuro… están en tus manos!! 🙂