En tiempo de coronavirus, conecta para desconectar
Hace un par de años que colaboro como articulista en Dialogando, «un espacio para debatir sobre todo lo que ocurre alrededor de la Red y los dispositivos conectados». Dialogamos sobre sostenibilidad, innovación, identidad digital, comportamiento y seguridad. Dialogamos sobre el impacto de la tecnología y la conectividad en nuestras vidas porque… «dialogar es la mejor forma de mejorar el mundo».
Vivimos unos días anómalos, distintos y excepcionales por culpa del bicho, me niego a referirme de otra manera a este virus. Un villano de apariencia ridícula y denominación regia, un devastador «trompetillas» (apodo otorgado por un apreciado colega maño).
Le llamo bicho, porque quiero despojarlo de toda importancia quitándole lo que le define y describe: su nombre. Iniciando así una pequeña victoria: convertirlo en algo simple, fútil y prescindible. Un malvado derribado por el esfuerzo colectivo de una sociedad que pone en valor al ser humano.
En tiempo de coronavirus, es tiempo de tecnología.
La tecnología es una ventana abierta a nuestros seres queridos, que nos permite estar operativos y ser productivos, en el plano profesional, a través del teletrabajo.
Smartphones, tablet y ordenadores facilitan la relación y comunicación con familiares, amigos, colegas y contactos a los que el aislamiento prohibe acercarse.
Llamadas, mensajes y videollamadas permiten mirar, sonreír, hablar, escuchar, tranquilizar, alegrar, cantar, motivar, recitar, animar y un sinfín de acciones positivas y maravillosas dirigidas a las personas a las que no podemos besar, abrazar ni tocar.
La tecnología nos conecta con la cara amable de una crisis sanitaria que ha modificado nuestros hábitos, y nos exige responsabilidad social, el estricto cumplimiento de las medidas adoptadas por científicos para combatir al bicho.
La tecnología nos desconecta de la infoxicación, sobrecarga de información, que recibimos de los efectos del virus: personas contagiadas, personas curadas, personas muertas… Y ayuda a combatir, temporalmente, la desazón que nos provoca.
El acercamiento digital que facilita la tecnología nos posibilita gestionar con acierto la distancia social imprescindible para ganar esta batalla.
Conoce las caras de la tecnología en tiempo de coronavirus.
¡Es tiempo de tecnología al servicio de las personas!
Ilustración de portada: Sabela Arias Castro, querida artista lucense.
Estoy muy de acuerdo, añadiría, sin embargo, que la situación actual no es «normal», y cuando salgamos de esta, debemos volver a hábitos de consumo digitales seguramente distintos y quedarnos con los aprendizajes que nos ha dado esta sobreexposición tecnológica, que hay muchos.
Ahora me toca a mí estar de acuerdo contigo. 😉
Estos tiempos extraños, anormales e inciertos deben dejarnos, entre otros aprendizajes, aquellos que favorezcan el uso y consumo digitales eficaces y eficientes.
Un saludo 🙂
Si ‘también comparto esto .Devido a esta situación epidémica se ha acelerado el consumo de los medios digitales y medios tecnológicos, algunas veces de manera eficiente y en otros casos ha habido una sobreexposicion y mal uso de los mismos., espero que los sabremos encauzar de la manera adecuada ya que en sí mismos suponen un gran adelanto para todos