Me gustaría conocer su opinión respecto de una situación que vivo casi a diario en el metro, medio de transporte en el que me desplazo para ir a trabajar. Varios jóvenes, fundamentalmente adolescentes, imponen su música a todos los que allí nos encontramos. Considero que es un abuso. Gracias por su amable respuesta. Juan Valle.
Hola, Mar. Quiero plantearte una duda que me viene a la cabeza cada vez que veo en la universidad a un estudiante mayor, tiene más años que la mayoría de los que allí estamos, vestido con chándal. Suponía que vestiría más elegante. Los jóvenes vestimos cómodos pero ¿en chándal? No lo veo oportuno. ¿Estoy equivocada?
Hola, Mar. Hace unos días sucedió un incidente desagradable mientras íbamos varios amigos en el coche de uno de ellos hacia una sala de cine. El conductor puso la música muy alta a la vez que bajaba las ventanillas, ante nuestra protesta se limitó a decir: “es mi coche y mando yo” lo que nos enfadó a todos. Creo que no tenía razón en hacer esa afirmación pero me gustaría conocer tu opinión. Muchas gracias.
Estimada Mar: Me pongo en contacto con usted para comentarle una situación que veo con demasiada frecuencia. Cada vez que asisto a alguna tienda infantil, en concreto a una bastante grande, a comprar ropa para mi hija me asombra la cantidad de madres que permiten a sus hijos “campar a sus anchas” por el establecimiento, sin preocuparles que sus niños molesten, chillen o toquen las cosas. ¿Qué se puede hacer para evitar estas situaciones? Gracias por sus atentas respuestas. Rosa Sánchez
Estimada Sra. Castro: En primer lugar expresarle mi profunda admiración por sus vastos conocimientos en esta apasionante especialidad del protocolo. Es por ello que recurro usted ante una duda sobre la que no he encontrado una respuesta que me convenza. Me caso al año que viene y a principios del mismo debemos empezar a preparar las invitaciones de boda. Tenemos el caso de un matrimonio británico que va a venir a la boda pero que está formado por dos señores. ¿Qué se debe poner en la invitación? Sres. De…. ¿El apellido de cual de ellos prevalece? ¿Ponemos el nombre y el apellido del señor que conocemos y vamos a invitar y lo acompañamos de “and husband?. Por ningún motivo querríamos ni mi prometido ni yo que se sintieran molestos ya que apreciamos y respetamos mucho a este señor. Agradezco de antemano su respuesta. Saludos cordiales, Ana López de Yangüez
Hola: Me gustaría conocer qué opinión tiene de la siguiente situación, pues no tengo claro si quienes actúan de una determinada manera no hacen uso de un adecuado saber estar, o bien, yo estoy equivocada. Me refiero a las situaciones en las que uno está en un lugar, digamos público (una oficina bancaria, una peluquería, una gestoría, ...), y hay otras personas esperando o trabajando (4 o 5), y una de esas personas al encontrarse con alguien conocido o amigo empieza a entablar una conversación de temas banales, pero al cabo de unos instantes, sin moverse de donde están, bajan la voz y continúan con la conversación que, irónicamente, continúa siendo audible, pero con una actitud de " ... que no se nos oiga". Mi duda está en si, ya que parece tratarse de una conversación muy privada, deberían salir del lugar o situarse en un rincón, o bien, si continúan en el mismo espacio, pues no deberían hacer ese "feo" gesto (según mi criterio) de bajar el tono, como si el resto de personas que estamos alrededor pudiéramos enterarnos de lo que dicen. A mí me parece de muy mal gusto, porqué su intención no es la de bajar el tono de voz para evitar molestar al resto de presentes, sino más bien lo hacen en el sentido que les parece que los demás están interesados en su conversación y pueden enterarse de lo que están diciendo. Si tan secreto es de lo que están hablando, quizás lo más razonable sería ausentarse un rato. ¿Qué opinión le merece? ¿Qué actitud debe tener el resto de personas? Muchísimas gracias. Montse
Estimada Mar: Hace unos días fuimos a un restaurante que nos habían recomendado unos amigos por la exquisita cocina que ofrecía. Hasta aquí todo muy bien, lo que nos gustó menos es que nos “amoldaran” en una mesa que disponía de dos sillas libres. Nos cogió tan desprevenidos que no protestamos pero no era la idea que teníamos para nuestra cena. ¿Debíamos haber rechazado la propuesta? Gracias por su respuesta. Mariana Luaces
Hola, Mar. Hace años que trabajo en una tienda y me sigue sorprendiendo las pocas personas que nos saludan a entrar. ¿Se ha perdido la educación? ¿Cuesta tanto ofrecer un hola? Gracias por su atención. María Luisa.
Sea cortés con todos, sociable con muchos, familiar con pocos. Poniendo en práctica el saber ser, saber estar y saber hacer, siendo siempre uno mismo, con sus virtudes y defectos, triunfarán.