YO QUIERO SER FELIZ*
“La gestión de la ilusión en tiempos de cambio” es el título de la conferencia que Emilio Duró ofreció en el Salón de Actos de la Diputación de Lugo pocos días antes de las fiestas navideñas.
El presidente de la institución, presentador del orador, definió su intervención como “una clase magistral de optimismo”. No puedo estar más de acuerdo.
Dos horas y cuarto de veloz charla, sin descanso, y una media hora más dedicada a responder preguntas de los presentes animaron la instructiva jornada. Explicar cosas serias con una sonrisa fue su objetivo, que sin duda logró.
“No te preocupes por la vida, nadie sale vivo de ella”, frase que reconoció el conferenciante le marcó profundamente, inauguró la disertación seguida por un recorrido rápido por su trayectoria profesional y todos los cambios, decisiones y motivaciones que le llevaron a ella.
“Uno es lo que piensay mi forma de pensar cambia en cada momento” fue otra de las máximas estelares con las que deleitó a su audiencia.
Reconoció Duró que cada vez que escucha a una persona decir de forma convincente: “yo lo tengo claro”, piensa inmediatamente: “miedo me da… el tonto motivado es lo peor que hay”.
Rechazó abiertamente sentencias negativas muy habituales en estos tiempos difíciles que vivimos como “a mí me caen todos los marrones… (nos persiguen)”, “qué mala suerte tengo… (no dejas de pensar en ello)”, “vivimos peor que nunca… (pregúntaselo a tus padres)”, etc., a la vez que ofreció con absoluta convicción consejos que nos harán recuperar la ilusión: “la felicidad está en la cabeza”, “en la vida todo ocurre por algo” o “ponle vida a los años”.
Dato revelador de importante conocimiento para las futuras mamás y gestantes: “Las madres embarazadas con expectativas y actitud mental positiva pueden lograr que el bebé tenga hasta un 20% más de expectativas de vida”.
“El mundo no es racional, la gente falla por asuntos del corazón, no de la razón” fue otra aleccionadora cita que nos dejó. “¿Cómo vas a vivir, no cuanto vas a vivir?” es la pregunta clave que todos deberíamos formularnos. “Seguid el corazón, no la razón”. “El miedo frena la felicidad”. El miedo es una opción, las dificultades son una realidad…
Confesó que se hace una opinión de las personas que le rodean en función de dos observaciones, como suben las escaleras y las miradas que dedican. ¡Y no suele fallar!
Criticó el abandono al que sometemos a nuestros seres queridos al no profesar de forma continua muestras de cariño: “estamos preparados para la conquista no para el mantenimiento”. Animó en varias ocasiones a visitar y cuidar a nuestra gente.
“La vida cambia en un instante, no pospongáis nada en la vida… No permitáis que nadie decida vuestra vida”. Somos muy buenos aconsejando pero nuestros peores críticos, es otra de las afirmaciones que comparto con el autor.
El orador recomendó eliminar de nuestra mente creencias limitadores y convencernos de que tenemos a nuestro alcance todos los recursos para provocar cambios maravillosos en nuestra vida. “Los pensamientos crean, cambiad lo que observáis”. “No penséis en nada que no queréis que os pase… Nada ocurre por azar”. Somos lo que observamos.
Ponte en forma, incorpora la pasión a tu vida, estudia y lee, fueron sus últimas sugerencias.
Siguiendo con mi práctica habitual de alabar públicamente lo bueno y tratar en el ámbito privado lo malo, anoté en mi cuartilla de consultas dirigidas al conferenciante una pregunta que sorprendentemente, para una persona tan locuaz, respondió con una única palabra…
Adoro su entusiasmo, su optimismo y la velocidad de su habla. ¿Qué homenaje le haría a la sonrisa? GRACIAS :-))
… Todos.
*Deseo que comparto con Emilio Duró y millones de personas más. :-))