DIGITAL BRANDING. MARCA PERSONAL EN LA RED
Conceptos como privacidad e intimidad se difuminan de tal manera en las redes sociales que en demasiadas ocasiones se puede observar cómo los usuarios publican sus problemas y situaciones más personales sin el menor decoro.
Defiendo de forma entusiasta la comunicación emocional, hablar desde el corazón para el corazón de las personas, asentarse en la naturalidad y la singularidad de cada uno para expresarse, pero de ahí a narrar, con pelos y señales, los pensamientos tristes, los dolosos abandonos, los deseos lapidarios, los desgarradores desengaños, las puñaladas traperas, las ansias de venganza, los achaques propios o ajenos, las descalificaciones injustificables y un sinfín de penurias similares, hay un abismo.
Sin lugar a dudas, los conocimientos adquiridos, las experiencias acumuladas, los valores firmemente asentados y los ideales que posee cada sujeto le induce a comportarse de una manera u otra, pero siempre sobre la base de la premisa de las actuaciones de los usuarios en la Red: compartir información, compartir experiencias, compartir conocimiento pero jamás compartir las miserias que les rodean, o lo único que alcanzan a ver…
No todo es bonito y maravilloso, no siempre hay que decir cosas alegres o positivas y la vida no es amable a lo largo de todo el camino que recorremos, pero depende de nosotros la actitud que tomemos ante las vicisitudes que se nos presentan a lo largo del recorrido.
¿Cómo encaramos los problemas? ¿A quiénes queremos hacer partícipes de los mismos y a través de qué medio?
¿Qué lectura hacemos de los contratiempos y cómo los gestionamos?
¿Cuál es el objetivo que mueve nuestra participación en redes sociales?
¿Qué legado queremos transmitir a los que nos siguen?
¿Cómo nos mostramos en la Red?
Nos movemos en un delicado equilibrio entre el descuido y la exhibición, entre lo general y lo particular, entre lo superficial y lo hondo, entre la prioridad y lo accesorio, entre lo profesional y lo particular, entre lo personal y lo privado.
Somos responsables de nuestras palabras y actos, dueños de las imágenes y comentarios que subimos a nuestros muros en las distintas comunidades de miembros, y administradores de la marca personal digital que construimos día a día.