NETiqueta. MARCA PERSONAL DIGITAL
Multitud de artículos circulan por la Red recomendando cuidar con esmero el contacto visual, la postura, los gestos y el modo de hablar en las relaciones interpersonales en contextos sociales y profesionales.
Textos que se centran en las relaciones que originamos y desarrollamos en el mundo físico, en el offline.
Hoy en día, un elevado porcentaje de encuentros y contactos los hacemos y mantenemos a través de la Red, en el mundo online. Internet pone a nuestra disposición todo un escenario de socialización que ofrece múltiples posibilidades de crecimiento y realización.
Amigos, contactos o seguidores demandan una cortesía digital sustentada en el respeto, la consideración hacia los demás y la educación en el trato social.
Cortesía que, en demasiadas ocasiones, brilla por su ausencia. Ausencia motivada, posiblemente, porque olvidamos que, aunque no les veamos, al otro lado de la pantalla se encuentran seres humanos.
Las relaciones y comunicaciones que se mantienen en la Red reclaman la aplicación de una etiqueta en los entornos digitales, conocida como
NETiqueta. Reglas de buena conducta, prácticas que ordenan el comportamiento, lenguaje y formas, consejos prácticos, reglas de buenas costumbres, actitudes y usos. Convenciones comunitarias, pautas facultativas, que permiten el desarrollo de una imagen de marca, la diferenciación de los perfiles y la creación de una reputación digital sólida.
En sus inicios, la netiqueta defendía unos estándares de comportamientos online–offline similares. El respeto al tiempo y a la privacidad ajenos, la disculpa de los errores cometidos por otros, la generación de debates sanos e instructivos, la contribución del conocimiento a la comunidad, y la simpatía y amabilidad.
En la actualidad, el digital branding incluye, además de las pautas básicas de convivencia defendidas inicialmente, el conocimiento de la audiencia –que facilitará la gestión eficaz de comentarios en las distintas comunidades de miembros-, la práctica de una escritura clara y concisa complementada con elementos visuales –que garantizará la lectura-, la extensión de los textos –que atrape la atención sobre los mismos- y la medida de las imágenes, etc. Estrategias que facilitan la las necesarias relaciones personales, sociales o profesionales, y favorecen la multiplicación de la presencia en la Red.
Aplicamos la netiqueta, fundamentalmente, en:
Correos electrónicos: los distintos campos, errores a evitar, dominio del email, optimización del tiempo, etc.
Aplicaciones de mensajería instantánea: simplificación de grafías, aplicación laxa de normas ortográficas y de puntuación, etc.
Blogs: soberanía del autor, agregación de las contribuciones, , gestión de comentarios, etc.
Foros, chats: claves de la participación que favorezcan el aprovechamiento y aprendizaje de los debates.
Redes sociales: perfil, contenidos, utilización de hashtags, uso eficaz de listas, participación en grupos, viralización de contenidos, funcionalidad de los distintos botones… Claves para mejorar la presencia en las redes sociales.
En resumen, la netiqueta te muestra como eres y resalta lo importante que es, las ventajas que proporciona, el camino que abre ante nuestros ojos , hacer bien las cosas en Internet.