LA #NETiqueta PORTADA DEL DUVI
La tesis doctoral centrada en la NETiqueta*, defendida el 6 de julio de 2015, se ha convertido en la protagonista de la portada del Diario de la Universidad de Vigo, DUVI, realizada por Eduardo Muñíz, del Gabinete de Prensa del Campus de Pontevedra.
El artículo está en gallego, por lo que ofrezco su presentación en español en las siguientes líneas:
* Nova Galicia Edicións sacará al mercado el texto NETiqueta, dirigido al lector español y latinoamericano, a finales de abril.
La investigadora Mar Castro analizó en su tesis la evolución de estas normas sociales en un entorno digital
Internet cambió las normas de cortesía para adaptarlas a una nueva forma de relacionarse
Señala a las nuevas generaciones como “marcadoras de tendencias” y definidoras del lenguaje a emplear
Eduardo Muñiz | Pontevedra
“Internet es el escenario natural de socialización del siglo XXI”, sostiene la investigadora Mar Castro, que en su tesis de doctorado analizó como la Red ha mudado tanto la forma de relacionarse de las nuevas generaciones como las normas de cortesía que en ella se aplican. En la sociedad digital, “la juventud adopta pautas que para los no iniciados pueden resultar inadecuadas, pero que, por su aceptación, se convierten en norma”, señala esta investigadora, para quien las nuevas generaciones se han convertido en “marcadoras de tendencias” en este escenario de conversación virtual permanente, que carece de límites geográficos, temporales o espaciales y que por lo tanto es el marco de una “intensa socialización”.
“Las normas de cortesía social no son válidas, de la misma manera y forma, en un entorno digital”, defiende Castro, que en la que es “la primera tesis en lengua española dedicada a la netiqueta”, Evolución de las normas de etiqueta: desde lo medio analógico al entorno digital. La cortesía en las relaciones personales en España, dirigida por el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación Fernando Ramos, analiza la evolución a lo largo de la historia de estas normas sociales de cortesía. “A lo largo de la evolución humana, el tiempo, la racionalidad y la sociedad justificaron hábitos y conductas corteses”, sostiene esta investigadora, que parte de la premisa de que “la cortesía legitima la socialización de las personas” y que estas normas, que se adaptan a cada época y ambiente, hacen posible relaciones asentadas “en el respeto, la humildad, la tolerancia, la amabilidad y la naturalidad”.
Nuevas pautas para un nuevo escenario
No obstante, los valores “que sirven de orientación y justificación” de estas normas “varían en cada cultura y contexto social”, señala Castro, que apunta que “las normas tradicionales, aunque se fueron relajando con el tiempo, son más severas y rígidas” que las admitidas actualmente en los entornos digitales. En ellas, el uso del correo electrónico, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería han encaminado las relaciones sociales hacia un escenario de comunicación permanente, “en el que el usuario interactúa reforzando su identidad y ampliando su presencia social”. Se trata pues de uno “espacio de diálogo e interacción humana de tamaño ilimitado, caracterizado por la accesibilidad, la inmediatez y la sencillez”, en el que, por lo tanto, imperan “unas pautas de comportamiento sencillas, sensatas, naturales y actuales”.
Según constató Castro, Internet implicó una adaptación de las normas sociales marcada en primer término por el propio lenguaje. En ese sentido, incide en esa capacidad de las nuevas generaciones de marcar tendencias para resaltar que la gente nueva “influyó notablemente» en esta adaptación, marcada por los modos de escritura “propios del lenguaje coloquial” o por la integración de los emoticonos en la escritura, así como por su mayor “precisión y sencillez” y la “relajación en los tratamientos sociales”. El resultado final, sostiene, da pie a unas “normas más flexibles, naturales y espontáneas”
Del mismo modo, la investigación realizada por Castro pone de relieve no sólo que “Internet modificó la forma relacionarse de la gente joven”, sino que esta fue su vez la que marcó la pauta de las nuevas relaciones sociales en la Red. “En la era de la comunicación analógica, la televisión y los medios de comunicación hacían de motor lingüístico y de conducta de la sociedad”, apunta esta investigadora, que contrapone este escenario al propio de unas generaciones de “nativos digitales”, que se distinguen por ser “sujetos interactivos, multifuncionales y multitareas”. Un grupo que cuida “la imagen que ofrece en sus perfiles” y que mantiene varias conversaciones a la vez a través de la Red y que marcó en gran medida el lenguaje que se emplea en ésta.
La importancia de la reputación digital
Convertida la Red en un escenario de socialización, la cortesía o descortesía en la misma se ha erigido como un aspecto que afecta “en gran medida en la configuración de tu reputación digital”, según destaca Castro, que incide en la importancia de mantener valores como “el respeto y la educación”, pero también en la necesidad de saber “gestionar la privacidad y la visibilidad” en Internet, como factores fundamentales para “relacionarse en la sociedad de la información”. En este sentido, esta investigadora incide en que “para evitar ser descortés, la premisa fundamental es ser consciente de la audiencia, de que el medio es digital pero los receptores son humanos”. Por eso, además de ahondar en su tesis en el análisis de las normas, reglas, recomendaciones y preceptos aplicados en España a lo largo de los siglos para comprender su adaptación a este nuevo entorno, hace énfasis en una serie de «principios de actuación» de esta nueva manera de socializarse, centrados en la importancia de comunicarse de forma clara y escueta a través de la Red, de analizar qué información debe o no compartirse y con quién se hace o en la necesidad de preservar la intimidad.