DE PADRES A SECRETARIOS… ¡MALDITOS GRUPOS DE WHATSAPP!
WhatsApp es una herramienta muy presente en las relaciones entre padres de escolares, y entre familias y centros educativos.
PARTIENDO DE
Invitaciones a cumpleaños, notificación de plagas de piojos, tablón de eventos interesantes, concreción de reuniones, asistencia a encuentros deportivos protagonizados por los escolares…
PASANDO POR
Consultas sobre realización –y contenido- de deberes, entrega de trabajos, destinos para excursiones…
PARA LLEGAR A
Críticas hacia la labor docente, acusaciones y fomento de la rumorología escolar.
WhatsApp es una herramienta de conexión, actualización e información reconvertida en foro de opinión.
Un uso adecuado de la aplicación de mensajería instantánea recomienda:
Evitar su empleo como agenda escolar. Disminuye la responsabilidad y autonomía de los menores y promueve la dejadez al tener a sus padres como recordatorio permanente de deberes, exámenes, excursiones, etc.
Rehuir convertirlo en el único escenario en el que interactúan los padres de alumnos.
Librarse de organizar el tiempo libre de los adolescentes, despojándoles de deberes, eliminando los compromisos adquiridos y restando valor a las normas imperantes en cada casa.
Desoír las críticas hacia las labores que desarrollan los docentes -cuestionando sus prácticas sin argumento ni justificación– o hacia sus vestimentas o peinados. Las afirmaciones vertidas por algún miembro del grupo no las convierten en ciertas pero gozan de la credibilidad entre los integrantes del mismo.
Eludir juicios o sátiras hacia progenitores no presentes en el grupo, sembrando el mal ambiente y fomentando los juicios de valor negativos.
Abstenerse de propagar insultos, cotilleos, murmuraciones, críticas destructivas o realización de amenazas.
Respetar la intimidad y privacidad de profesores, padres ajenos al grupo, alumnos, etc., y no compartir datos o asuntos privados.
Rehuir colaborar en el desarrollo de rumores, que únicamente crean confusión, siembran dudas y generan malos entendidos además de otorgar a sus protagonistas el protagonismo que buscan.
No emplearlo como solución para los problemas existentes entre los alumnos, o entre alumnos y profesores. En caso de incidentes graves, o que demanden la intervención de los progenitores, lo recomendable es ponerse en contacto directamente con el docente, la dirección del centro escolar o la Inspección de Educación.
Abstenerse de crear grupos únicamente entre padres entre los que existen afinidades o intereses comunes.
Antes de contar todo, absolutamente todo, lo que se te ocurra -interpretaciones, sospechas, desconfianzas, etc.- dedica un par de minutos a pensar si es correcto.
El principal objetivo de los grupos de WhatsApp de padres debe ser el establecimiento de una alianza entre centros y progenitores, no un instrumento que potencie el desarrollo de hijos protegidos, irresponsables y dependientes.
Si las acciones que se producen entre los integrantes del grupo son recriminables, negativas, etc. ¡abandónalo!
Establece normas de participación en el grupo: horario para la conversación; ausencia de fotos; prohibición de bromas de mal gusto; inclusión de tutores; y, todas aquellas reglas que faciliten un uso adecuado de la aplicación.
Colabora en la consecución de un grupo de WhatsApp útil, valioso y práctico, caracterizado por una comunicación agradable, fluida y positiva.