Reglas de convivencia en Wallapop
“La revolución de la gente como tú” es el lema de wallapop, una aplicación intuitiva que reúne a un equipo de personas “que aspiran a hacer un mundo colaborativo y más sostenible”. Un mercadillo virtual y móvil en el que los usuarios registrados pueden comprar, vender o intercambiar productos de segunda mano y servicios -a pagar, preferentemente, contra reembolso o a través de Pay Pal-.
Ofertas reales, un producto por anuncio -con imágenes, descripciones, localizaciones e identidades precisas- proporcionan una experiencia, carente de emoción, que está de moda con una cifra de usuarios –millones- y de búsquedas diarias –decenas de miles-, que crecen sin descanso.
La plataforma ofrece unas normas de convivencia para “que todo el mundo esté a gusto” así como una completa lista de productos y servicios, por categorías, que “se pueden encontrar” y que “no se permite publicar”.
Tecnología e informática; coches; motor y accesorios; deporte y ocio; mueble, deco y jardín; consolas y videojuegos; libros, películas y música; moda y accesorios; juguetes, niños y bebés; inmobiliaria, electrodomésticos y servicios profesionales son las categorías que incluye.
Bromas, contenidos falsos o deshonestos; publicaciones con incitación al odio y a la violencia y manifestaciones de discriminación, intolerancia y ofensas raciales; anuncios de contenido erótico o servicios de compañía; productos recuperados de desastres naturales, accidentes o escenas de crimen, productos relacionados con partes del cuerpo humano y contenidos que conlleven un riesgo para la salud y la seguridad de los interactuantes, así como animales de cualquier tipo y raza y plantas en extinción, engloban los “contenidos no apropiados”.
La fotografía juega un papel fundamental en las transacciones que se producen. Imágenes centradas y bien enfocadas, tomadas con luz natural, desde diferentes perspectivas y realizadas sobre un fondo neutro y claro.
El respeto a la privacidad de la información personal, la propiedad intelectual o los derechos industriales es una premisa básica de actuación de los usuarios de Wallapop. La plataforma no permite el spamming, las cadenas de correos, el marketing multinivel, las amenazas o fraudes, los enlaces que dirijan el tráfico web ni los contenidos relacionadas con actividades peligrosas o ilegales.
Si un comprador detecta un comportamiento indecoroso, abusivo o reprochable de alguna manera, la aplicación permite reportarlo desde la propia conversación que lo genera y revela.
Echo en falta un listado de prácticas de cortesía que facilite la relación entre los intervinientes en la transacción económica –objetivo y fin de la aplicación- y que permita disfrutar la experiencia de compra y/o venta.
La única referencia en este sentido, muy genérica, relata: “todo el contenido (incluyendo fotos, títulos, textos) que vaya contra disposiciones legales, buenas costumbres, y/o nuestros términos de uso o que ofenda otros usuarios está sujeto a la eliminación por parte de wallapop”.
¡Disfruta la experiencia wallapop!! 🙂