¿Qué hacer cuando la respuesta a un reto “destroza” el elevator pitch del conferenciante?
Recomendaciones para una interacción positiva con la audiencia.
Hace unos días me invitaron a participar en un encuentro de networking internacional, vía Zoom, basado en reuniones breves y aleatorias entre los participantes, la presentación de una aplicación de “match en negocios virtuales” y una breve exposición con recomendaciones de ventas en treinta segundos. Un breve espacio de preguntas y respuestas cerraba el espacio virtual.
El experto en ventas en medio minuto inició su charla proponiendo un reto.
El contexto.
- Años 50.
- Una mujer de color quiere ser ingeniera.
- Las universidades americanas no admiten a personas negras como estudiantes.
- La mujer recurre a la justicia, la única que puede autorizar su matrícula universitaria.
El desafío.
En un minuto, convencer al juez para que autorice la matriculación de las personas de color en las facultades estadounidenses.
Solo otra asistente y yo nos aventuramos a ofrecer una proposición. La de ella, densa. La mía, sintética.
Un espectador del evento comentó que la escena planteada correspondía a un fragmento de una película. Tras la prueba me enteré del título: “Talentos ocultos”. La otra participante y yo desconocíamos este dato, y el filme.
Mi propuesta defendió un discurso claro, completo y conciso. Menos de diez segundos bastaban para convencer al magistrado de la decisión trascendental que debía tomar, con consecuencias políticas, sociales y económicas, entre otras. Un elevator pitch efectivo, creado en muy pocos minutos.
¿Quiere ser el primer juez de la primera potencia mundial en pasar a la historia por reconocer el talento de las personas negras?
Mirando a la cámara afirmé que nunca vi la película en la que se desarrolla esta escena. Y así finalicé mi breve intervención.
La fea reacción del experto en storytelling y ventas fue poner en duda nuestro desconocimiento del acto cinematográfico, afirmando que “está claro que debieron de ver la película”. Continuó asegurando que, la mujer negra que quería estudiar en la universidad analizó la vida del juez, descubriendo que le encantaba ser el primero en todo, destacar en todos los campos. Y esa información fue la que determinó que su pitch se enfocara en halagar al juez apelando a “ser el primero en…”.
Tras este bochornoso suceso, y ofrecer unos breves consejos para crear un elevator pitch, pidió voluntarios para hablar de sus productos o servicios en medio minuto. Varios asistentes se aventuraron a presentarlos. Su respuesta a cada una de las exposiciones ofrecidas fue un “así no”, “no es la manera” o “faltan datos”, entre otras frases desalentadoras. En ningún momento, reconoció qué parte de los discursos de los “valientes” asistentes era apropiado ni aportó mensajes concretos que los mejoraran.
Esta experiencia me lleva a proponer unas recomendaciones básicas para aquellas personas que quieran implicar a su público en su charla.
5 + 1 premisas para una interacción positiva con tu audiencia.
- Facilita información de valor en la materia que muestras.
- Respeta a tus escuchantes, nunca ridiculices a tu audiencia.
- Agradece todas las participaciones y propuestas.
- Reconoce y felicita los aciertos.
- Sé humilde.
+1. Domina el tema en el que te presentas como una persona experta.